Hay palabras que nos acompañan
se convierten en secretos para siempre
La persona soñaba que el sol le calentaba los brazos, mientras dormía abrigada, en la cabaña, rodeada de esperanzas
El hombre miraba al infinito, parecía querer decirnos en voz baja que aquello ya no merecía la pena. El hombre en el puente, dió la vuelta y regresó