El librero estaba preocupado por el olor del papel
Aquello debía de ser abordado con celeridad. Ya no olía el papel, ya no faltaba espacio en la última estantería.
Tenía que poner en marcha el plan
El librero estaba preocupado por el olor del papel
Aquello debía de ser abordado con celeridad. Ya no olía el papel, ya no faltaba espacio en la última estantería.
Tenía que poner en marcha el plan
El viento nos arrastraba, mientras seguiamos delcalzos el camino, por intuición. Nubes de mentira trataban de confundirnos, pero ante ellas nos hicimos uno