Las vidas se multiplican
afirmaba mi camarada el paso del tiempo
No debemos poner reloj
Jamás funciona igual
Las vidas se multiplican
afirmaba mi camarada el paso del tiempo
No debemos poner reloj
Jamás funciona igual
En el camino hay a menudo secretos sin luz
Hay tropiezos, que la mentira nos quieere hacer olvidar
Y versos, menos mal
El poeta escribe en la pared
con versos torcidos
siempre que le preguntas, mira hacia otro lugar
al muro
ese es el secreto del verso
nuevo y triste
Palabras, palabras, secretos, mentiras...
-hablaba en voz alta, el doctor-
se convierten en versos los gestos
y siempre habrá sitio, un techo y mil páginas
Poca luz. Calle de ciudad, de barrio pobre, de engaño cotidiano. Llega del aeropuerto una persona, de lejos, de otro mundo. Juega a descubrir, le ha dejado pasar un polocia compasivo. Ha llegado al lado de la luz, por fín, ha llegado a lo oscuro.
Parecía que no podíamos seguir
Aquellas noches fueron las más largas
Y nunca llegamos a comprender lo que era nuestro verso
Un parque de París
No hay camino tras el engaño, pero siempre hay versos y mentiras, de regreso seremos mejores
Pensaba mientras el circo daba vueltas y aquella canción me acompañaba por última vez
No somos verso
me dijo el hombre sin techo
no tenemos tiempo para entrar en poesías
pero puede venir a visitarnos, ella desnuda